RESTAURACIÓN Y LIMPIEZA DE LAS IMÁGENES

por Doña María del Carmen Pérez García, Catedrática de Bellas Artes, en la especialidad de Restauración, en la Universidad Politécnica de Valencia. Miembro de I.C.O.M.O.S. de la UNESCO, fue Directora General de Patrimonio de la Comunidad Valenciana.

"El Descendimiento de Jesús", es uno de los monumentos más bellos e impresionantes de la Semana Santa Requenense. La presente comunicación, es un recordatorio de la que se presentó en el IX Congreso Nacional de Restauración de Sevilla, pero ya con una perspectiva de diez años, con lo cual hemos podido comprobar cómo han reaccionado los materiales utilizados con el paso del tiempo.
Este paso consta de siete figuras de tamaño natural realizadas en madera de conífera policromada e iconográficamente representa el pasaje del evangelio según San Mateo 27 (55‑59) que versa: "Había también allí mirando desde lejos muchas mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirle. Entre ellas María Magdalena, María la madre de Santiago y José y la madre de los hijos de Zebedeo. Al caer la tarde vino un hombre rico, natural de Arimatea, llamado José, que también se había hecho discípulo de Jesús. Éste se presentó a Pilatos y le pidió el cuerpo de Jesús. Y Pilatos mando que se lo entregaran. José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sabana limpia ......
Es el momento más álgido junto con la crucifixión, y el autor ha conseguido darle el dramatismo necesario para emocionar a quien lo contempla. Sin forzar postura, la escenificación que ha pensado el autor es triangular, cuya figura central es la de Jesús y los demás personajes están concebidos de apoyo arropando y destacando la cuidada anatomía del cuerpo desnudo que parece tranquilo en el tránsito. No hay demasiada sangre en la policromía, las llagas están resaltadas, pero no de forma desgarrada consiguiendo del espectador un sentimiento de serena piedad.
Es una obra tan importante y con unas dimensiones tan grandes que presenta una problemática dura, como todas estas piezas que se procesionan, con movimientos bruscos, con buen o mal tiempo y que año tras año se llenan de flores para embellecerlas, provocando una problemática que puede acarrear graves consecuencias, si no se toman las medidas correspondientes.
Se realizó un estudio visual pormenorizado de toda la obra personaje a personaje y encontramos una serie de roturas y faltantes en las manos de casi todas las figuras, grietas y fisuras más o menos profundas y rasguños, así como muy debilitadas las colas de unión entre las diferentes piezas, también erán muy abundantes los desprendimientos, en la película pictórica, con zonas de pulverización provocadas por la poca consistencia en los aglutinantes. Encontramos repintes que intentaban disimular la perdida de estratos en uniones y encolados, sin conseguirlo.
Para poder conocer esta problemática en profundidad, realizamos un exhaustivo estudio fotográfico con luz natural, luz rasante, y ultravioleta, pero en una pieza tan importante, esto no era suficiente y realizamos una analítica muy completa que nos proporcionara los datos necesarios para intervenir con todas las garantías de éxito.
La analítica nos sirvió para caracterizar los materiales constitutivos de la obra, las diferentes capas de pintura, la superposición de estratos, todos y cada uno de los elementos que constituyen la obra.
Se emplearon las siguientes técnicas: Microscopia óptica, Tinciones selectivas, Cromatografía en capa fina de alta resolución (HPTLC). Las técnicas instrumentales fueron: Microscopia electrónica de barrido, Microanálisis por dispersión de rayos X. Todas estas técnicas nos dieron los siguientes resultados:
Estábamos ante unas esculturas realizadas en madera de pino, encoladas las piezas que la componen a la manera tradicional, utilizando cola de carpintero, la que se encontraba en buenas condiciones.
Sobre la madera tiene una capa de imprimación a base de yeso y cola animal, como puede apreciarse en las estratigrafías que presentamos. La técnica pictórica elegida por el autor para policromar la obra fue el óleo, que aunque se sirvió de productos manufacturados, éstos eran de primerísima calidad y muy bien tratados.
El proceso de restauración llevado a cabo, consistió en la desinfección y desinsectación de la obra, primero escultura por escultura y luego se selló la pieza y se aplicó gas tóxico, para eliminar la plaga de xilófagos, que sobre todo se habían cebado en la plataforma donde se apoya el grupo escultórico.
La limpieza se realizó en distintas fases, primero una minuciosa limpieza con aspiración del polvo en suspensión utilizando brochas de distinta dureza.
La segunda parte de la limpieza, fue por procedimientos químicos para eliminar los barnices oxidados, las manchas de cera y de aceite, así como las deyecciones de insectos. No tuvo ningún problema, porque por analítica teníamos suficiente información para poder elegir el disolvente sin riesgo de equivocamos, fue elegido al alcohol isopropílico, que nos proporcionaba el grado de limpieza deseado, sin actuar con rapidez y evaporando a la velocidad necesaria para no provocar pasmados. Tuvimos también que sentar zonas de policromía, sobre todo aquellas que circundaban a grietas o partes desencoladas.
Algunas zonas, como dedos y partes de ropajes, que habían salido mal adheridas en intervenciones anteriores se despegaron, para pegarlas correctamente con espigas de madera y el adhesivo que menos perjudicara siempre con la premisa de ser reversible.
Una de las novedades que introdujimos en esta restauración, fue el tipo de estuco para relleno de grietas y faltantes. Un problema a tener en cuenta en las piezas que se procesionan es que tienen que sufrir movimientos mas o menos bruscos, y cambios de temperatura no siempre dentro de lo conveniente. Tras un estudio minucioso de distintos tipos de estuco, que sometidos a cámara de envejecimiento y a golpes fuertes y tensiones, nos decantamos por un estuco sintético a base de acetato de polivinilo y sulfato cálcico por su flexibilidad y resistencia.
También a la hora de la reintegración cromática nos decantamos por pigmentos y barniz Paraloid B67 y la protección también se realizó con ese mismo producto disuelto al 10% en white spirit.
Un extracto de este trabajo de restauración como ya hemos mencionado se presento al IX Congreso Nacional de Restauración de Sevilla y consta en el libro de actas. El haber reincidido en su presentación esta vez no es como novedad en las técnicas aplicadas, por que eso ya se vio en Sevilla, sino como una constatación en el tiempo del trabajo realizado y comprobación de resultados.
Además es muy interesante poder comprobar como los cofrades han seguido las recomendaciones de conservación preventiva de forma rigurosa con lo cual la obra sale muy beneficiada.
Con la presentación de esta revisión de una restauración realizada hace once años, podemos constatar que tanto por los estucos como las juntas y las reintegraciones han evolucionado bien con el paso del tiempo, y esa garantía que ahora se está empezando a exigir que va de un mínimo de cinco años, a un máximo de quince se cumple con creces en el presente caso.
Quisiera dar las gracias a la Cofradía por la confianza que depositó en mi equipo que en esta ocasión estaba formado por Sofía Vicente y Raquel Santamaría, así como a todos los científicos que hicieron posible nuestra investigación.

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